Unidad de Tiroides

Endocrinología, Diabetes y Nutrición.

¿Se siente cansado, nota falta de concentración o desanimado sin razón aparente? Puede que la causa esté en un exceso de trabajo y en el estrés cotidiano pero…, igual lo que padece es un trastorno de la tiroides.

Esta pequeña glándula en forma de mariposa situada en la base del cuello, justo sobre la tráquea, desempeña un papel clave en nuestra energía vital. Elabora, almacena y libera hormonas, que activan el metabolismo y regulan la función de cada órgano, tejido y célula del cuerpo humano.

Las hormonas tiroideas interactúan a su vez con otras hormonas como la insulina, el cortisol, los estrógenos, la progesterona, la testosterona… por ello su funcionamiento afecta a la frecuencia cardiaca, al nivel de colesterol, al peso corporal, a la fuerza muscular, al estado de la piel o del pelo, a la regularidad menstrual o a la memoria.

Existen manifestaciones clínicas tanto por defecto (hipotiroidismo) como por exceso (hipertiroidismo) de hormonas tiroideas en nuestro organismo.

Hipotiroidismo (o cuando existe un bajo nivel de hormonas tiroideas)

Este trastorno es muy frecuente, lo padece un 3% de la población y es mas frecuente en las mujeres.

Las manifestaciones del hipotiroidismo son muchas pero muy poco características por eso aunque este trastorno es muy frecuente, lo padece alrededor del 3% de población, (más común en mujeres), la mayoría de las  personas no son conscientes de ello.

Algunos de los síntomas son: dificultad para bajar de peso, fragilidad de las uñas, sequedad del pelo y de la piel, cansancio, falta de concentración…algo así como «estar bajo de pilas«  pero como la mayoría de las veces ocurre a lo largo de los años, muchas veces pasa desapercibida o los síntomas se  justifican por un exceso de trabajo, insomnio, estrés…

El tipo de trastorno más común se conoce como Enfermedad de Hashimoto que es una enfermedad autoinmune.

Nuestro sistema de defensa fabrica anticuerpos contra nuestro propio tiroides, es como si tratáramos a las células de la tiroides como si fueran un invasor dañino al que hay que destruir.

Poco a poco la glándula atacada comienza a fabricar una cantidad de hormona inferior a la necesaria y en el cerebro se aumenta la liberación de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) con el fin de compensar dicha pérdida de función con un aumento en el tamaño de la glándula.

Este proceso ocurre en un periodo de tiempo relativamente largo, lo que complica muchas veces el diagnóstico.

El tratamiento siempre pasa por la administración de Levotiroxina (T4) a la dosis exacta que sea capaz de mantener dentro del rango normal la hormona TSH.

Hipertiroidismo (o cuando existe exceso de hormonas tiroideas)

Esta alteración es menos que frecuente que el hipotiroidismo  pero también afecta más a las mujeres que a los varones.

El trastorno más común es la Enfermedad de Graves, se trata de una enfermedad autoinmune en la que se fabrican anticuerpos capaces de estimular al receptor para TSH (Hormona tiroestimulante)en el tiroides. El resultado es un aumento del tamaño de la glándula (Bocio) por un aumento del número de células que sintetizan hormonas tiroideas y el consiguiente aumento de los niveles de hormonas tiroideas (T4 y T3) en la sangre.

En otras ocasiones, no es toda la glándula sino sólo una zona o un nódulo (Adenoma Tóxico) la que se autonomiza del control de la TSH y fabrica un nivel excesivo de hormonas tiroideas sin obedecer al freno que supone una TSH muy baja.

Los síntomas de hipertiroidismo, a diferencia de los de hipotiroidismo son muy llamativos y el diagnóstico clínico es mucho más fácil. Aparece nerviosismo, palpitaciones, temblor de manos, intolerancia al calor, insomnio….

El tratamiento va encaminado a bloquear la fabricación de hormonas tiroideas y restaurar su nivel normal.

Nódulo tiroideo

El nódulo tiroideo es una de las causas más frecuentes de consulta, los pacientes acuden alarmados bien porque ellos mismos se han notado un “bulto” en el cuello o bien remitidos por otros especialistas ante el hallazgo muchas veces casual durante una prueba de imagen (ECO doppler, RMN, TAC, PET…) realizada por otra razón o durante un chequeo rutinario.

Obviamente una vez detectado el nódulo, lo importante es descartar que se trate de una lesión maligna, de un cáncer tiroideo, lo que tan solo ocurre en un 4-6.5% de los nódulos.

El mejor método de imagen para estudiar la glándula tiroides es la ecografía y es lo primero que se debe solicitar cuando se palpa uno/varios nódulos tiroideos.

Una vez descartado que se trate de una neoplasia, es decir en la mayoría de los casos, no se necesita un tratamiento específico, tan sólo vigilar su evolución. Muchos nódulos permanecen estables o presentan un  crecimiento muy lento, y el seguimiento habitual consiste en un control ecográfico cada 6 -12 meses aproximadamente.

En el caso de que exista la sospecha de que se trate de una lesión maligna, en nuestra unidad contamos con cirujanos expertos que extirparan la lesión. Posteriormente nuestros expertos en anatomía patológica y en medicina nuclear nos ayudarán a elegir el mejor tratamiento para aplicar después de la cirugía si fuera necesario.